«Zona de interés», la película de Jonathan Glazer, que fue nominada al Oscar y que ha creado polémica debido a su trama, el Holocausto. Pues trata de el comandante Rudolf Höss, quien vivía con su familia junto al campo de concentración de Auschwitz.
«Supe desde el principio que no quería recrear estas atrocidades utilizando actores y extras», dijo el director Glazer a Christiane Amanpour de CNN en una entrevista en febrero . “Siento que esas imágenes son algo que todos conocemos y están grabadas en nuestra conciencia tal como están. El sonido, por supuesto, es interpretativo. Podemos ver esas imágenes en nuestra mente porque escuchamos esos sonidos”.
No era solo vivir junto a este campo de concentración, era escuchar los gritos de desesperación de los miles de judíos que perdieron la vida en este sitio. La familia Höss, en la película, vive con esos gritos desgarradores, que aunque los tuviera junto a su casal, y fueran un constante recordatorio de la atrocidad que estaban cometiendo, ellos simplemente fingían que no sucedía nada.
«En otras palabras, está fuera de la vista pero nunca fuera de la mente», dijo Glazer a Amanpour.
El director comenta que recrear el Holocausto fue verdaderamente un reto, además de doloroso, pero cuenta que para verdaderamente apreciar esta película hay que utilizar los oídos. Este filme incluye aviones, trenes y automóviles relacionados a esta época, incluso testimonios de sobrevivientes que describen su vivencia.
Un año le tomó al director el horrífico audio que se escucha en «Zona de Interés». Para poder lograr esta recopilación, requirió de mucho esfuerzo y creatividad, incluso cuenta que no utilizo actores o artistas para recrear estos sonidos, sino con la ayuda de IndieWire, logro recrear estos audios con la grabación de ruidos en campo de lugares donde se podían escuchar esto, y fueran más orgánicos los sonidos, utilizando los disturbio parisinos dados en 2022.
«No importa lo bueno que sea un actor, fingir el dolor de una lesión grave, de una muerte, es algo muy difícil», dijo Burn a IndieWire. «Y la película en sí tiene una vibra tan documental, natural y realista que cualquier cosa remotamente de madera no va a funcionar».
Para poder acercarse más a la realidad que se vivió en esta época buscó ciudadanos de muchas ciudades en Europa con el objetivo de retratar el verdadero Holocausto, en el cual estuvieron judíos con diferentes acentos que provenían de distintas partes. Cuenta también que con la ayuda de un hombre en Estonia, quien aún poseía motocicletas alemanas de la Segunda Guerra Mundial, pudo acercarse aún más a la realidad.
“Había una enorme cantidad de gente y cosas yendo y viniendo todos los días, y creo que (Glazer) y yo lo sabíamos e hicimos nuestra investigación, pero de alguna manera, no sé, tal vez [se sintió] irrespetuoso. pero aplicamos el sonido con demasiada cautela, así que lo dejamos y pusimos mucho más”, explicaba Burn a IndieWire.
Gracias a los esfuerzos del directos por recrear lo más cercano a la realidad estos sonidos del Holocausto, «The Zone of Interest» ganó algunos premios y nominaciones. Premio BAFTA al mejor sonido, así como el máximo premio en la ceremonia de la Crítica de Londres, además de cinco nominaciones al Oscar, por en las categorías de Mejor Sonido y Mejor Película.
Aunque la película podría parecer una crítica por lo sucedido en el Holocausto, el director habla sobre una realidad que estamos viviendo día a día por la muerte de personas inocentes en Gaza o Yemen, así como en Mariupol o Israel.
“Para mí, ese muro es una manifestación de cómo compartimentamos el sufrimiento de los demás (y normalizamos el sufrimiento de los demás, hasta cierto punto) para proteger y preservar nuestra propia comodidad y seguridad”, habló Glazer para CNN.
“No se trata de decir: ‘Mira lo que hicieron’”, dijo. «Está diciendo: ‘Mira lo que hacemos'».
Esta interesante película no habla solamente sobre lo sucedido en la historia, ni «los actos que otras personas cometen», sino de lo que hacemos todos. «Zona de Interés» es una crítica a la sociedad actual y cómo hacemos «ojos ciegos» a lo que sucede alrededor de todo el mundo, pensando que no nos compete, sin embargo debe ser de interés para todos.