El fenómeno meteorológico conocido como «polvo del Sahara» ha teñido esta semana el cielo de Atenas, específicamente en Grecia, de un color naranja intenso, creando un espectáculo visual sorprendente para residentes y visitantes.
Este evento se debe a las grandes cantidades de arena y polvo que son levantadas por fuertes vientos desde el desierto del Sahara en África y transportadas a través del Mediterráneo.
Cuando las condiciones atmosféricas son adecuadas, este polvo puede viajar miles de kilómetros y afectar a regiones que se encuentran bastante lejos de su origen. En el caso de Atenas, la llegada del polvo del Sahara no solo cambia el color del cielo, sino que también puede afectar la calidad del aire y causar problemas para personas con afecciones respiratorias.
Este fenómeno no es exclusivo de Grecia; ciudades en otras partes del sur y el centro de Europa también experimentan efectos similares cuando el polvo del Sahara es transportado por corrientes atmosféricas.
Los expertos en meteorología monitorean estos eventos para prever sus impactos y aconsejar a las poblaciones afectadas sobre cómo proteger su salud durante los días de alta concentración de partículas en el aire.