Un tribunal de Gales ha fallado a favor de una mujer quien demandó a su antiguo jefe por toserle en la cara durante la pandemia de Covid-19. Kevin Davies, propietario de la cadena de concesionarios Cawdor Cars, deberá pagar una indemnización de 26.000 libras esterlinas (33.700 dólares) a su exempleada.
El tribunal determinó que Davies se burló de la mujer por su miedo a enfermarse. La empleada había pedido a sus compañeros de trabajo que mantuvieran la distancia durante la ola de contagios de marzo de 2020, ya que sufre de artritis psoriásica y una enfermedad autoinmune.
El juez Tobias Vincent Ryan revisó el caso y concluyó que Davies «tosió en su dirección deliberadamente y en voz alta, comentando que estaba haciendo el ridículo». Testigos del incidente no fueron totalmente honestos al declarar ante el tribunal.
La empleada, cuyo nombre no se ha revelado, describió estar muy estresada por la «espantosa» conducta de su jefe. Decidió demandar a Davies por su comportamiento deliberado y peligroso, que ignoró su condición de salud.
Esta mujer trabajó para Cawdor Cars entre 2017 y 2020, y se vio obligada a renunciar debido a la mala experiencia. El caso ha generado diversas reacciones, poniendo en discusión si fue una «exageración» o si realmente se trata de respetar la salud de los demás, especialmente durante una pandemia.