Los científicos del Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP) están desarrollando un útero artificial llamado Extend para ayudar a los bebés nacidos antes de las 24 semanas.
Este dispositivo busca aumentar la tasa de supervivencia y reducir las complicaciones a largo plazo que enfrentan los bebés extremadamente prematuros.
El Extend no pretende hacer crecer un feto desde la concepción hasta el nacimiento. Su objetivo es mantener vivos a los bebés prematuros, que nacen con órganos inmaduros y enfrentan graves problemas de salud.
La tecnología utiliza un gel especial para mantener a los bebés en un entorno similar al líquido amniótico, permitiendo que los pulmones se desarrollen sin daños causados por la ventilación mecánica.
Actualmente, la mayoría de los bebés prematuros sobreviven gracias a los avances en la medicina neonatal. Sin embargo, los bebés nacidos entre las 22 y 23 semanas de gestación enfrentan graves problemas de salud y calidad de vida. Los riesgos incluyen enterocolitis necrotizante, infecciones, sepsis y problemas a largo plazo como parálisis cerebral y dificultades de aprendizaje.
El equipo de CHOP, liderado por el cirujano fetal Alan Flake, ha probado el útero artificial en corderos prematuros, manteniéndolos vivos durante cuatro semanas con resultados positivos. Otros equipos en la Universidad de Michigan y en Australia y Japón también están desarrollando tecnologías similares, pero con diferentes enfoques.
La implementación de esta tecnología en humanos aún requiere muchas pruebas y aprobaciones. Los ensayos iniciales se centrarán en bebés nacidos antes de las 24 semanas, con pocas probabilidades de sobrevivir con tratamientos convencionales. Si tienen éxito, estos úteros artificiales ofrecerán una esperanza vital para los padres y sus bebés prematuros.