Un estudio reciente publicado en Current Biology, realizado por investigadores de universidades como Harvard, Cambridge y Florencia, ha revelado que las interpretaciones previas sobre el género y las relaciones familiares de las víctimas de Pompeya pueden ser erróneas. Utilizando técnicas avanzadas de análisis de ADN antiguo, los científicos han podido aclarar la identidad de algunos de los restos humanos que quedaron preservados tras la erupción del Vesubio en el año 79.
Durante siglos, arqueólogos e historiadores asumieron relaciones familiares en los cuerpos petrificados por la lava, basándose en la disposición y apariencia de los restos. Sin embargo, este nuevo análisis genético ha revelado que en varios casos las suposiciones eran incorrectas. Uno de los ejemplos más destacados es el de la llamada «Casa del brazalete de oro», donde una figura adulta con un niño fue interpretada como una madre e hijo. El ADN, sin embargo, mostró que ambos eran varones y no presentaban relación familiar cercana.
Otro caso notable es el de la famosa pareja de “amantes de Pompeya”, quienes se creía que eran una pareja heterosexual o dos mujeres, pero el análisis determinó que ambos individuos eran hombres. Estas revelaciones ponen en duda las suposiciones tradicionales y sugieren que las ideas modernas sobre género y familia pueden influir en la interpretación errónea de los datos históricos.
Además de las relaciones familiares, el estudio ofrece información sobre la diversidad genética de los habitantes de Pompeya, quienes tenían antecedentes mixtos, especialmente con inmigrantes recientes del Mediterráneo oriental. Estos hallazgos destacan el carácter multicultural del Imperio Romano y sugieren una globalización temprana en la región.
Alissa Mittnik, coautora del estudio, señala que estos resultados resaltan la importancia de integrar el análisis genético con datos arqueológicos para evitar malinterpretaciones. Según los autores, los hallazgos no solo proporcionan una nueva perspectiva sobre las vidas de las personas de aquella época, sino que también invitan a reflexionar sobre cómo se construyen las nociones de género y familia en la investigación histórica y en el discurso académico actual.