Ciencia y tecnología

NASA lanza concurso para resolver el desafío del reciclaje en misiones espaciales

Foto: Meteorología en Red.

La NASA, en colaboración con la Universidad de Alabama, ha presentado el LunaRecycle Challenge, un innovador concurso que busca soluciones al problema de la gestión de residuos en misiones espaciales prolongadas. El objetivo es desarrollar tecnologías que permitan reciclar materiales inorgánicos, como empaques, ropa usada y desechos de experimentos, para reutilizarlos en futuras misiones como Artemis, que pretende establecer una presencia sostenible en la Luna. Además de reducir el impacto ambiental, este avance podría significar un ahorro significativo en los costos asociados con el envío de suministros al espacio, considerando que transportar una libra al espacio puede costar hasta 100,000 dólares, según Daily Mail.

El desafío, dividido en dos fases, inicia con el diseño conceptual y la creación de prototipos virtuales. En esta etapa, los participantes deben proponer sistemas de reciclaje energéticamente eficientes, ligeros y adaptados al entorno lunar. Los equipos seleccionados pasarán a la segunda fase, que exige la construcción de prototipos funcionales. El equipo ganador será premiado con 1.4 millones de dólares, en un esfuerzo por fomentar avances tecnológicos que no solo beneficien la exploración lunar, sino también contribuyan a resolver problemas de gestión de residuos en la Tierra.

Esta iniciativa está abierta a participantes de todo el mundo, incluyendo universidades, empresas e innovadores independientes, con la esperanza de atraer una amplia variedad de perspectivas y enfoques. Las inscripciones permanecerán abiertas hasta marzo de 2025, fecha en la que las propuestas serán evaluadas por su creatividad, viabilidad técnica y alineación con los objetivos de sostenibilidad de la NASA.

El LunaRecycle Challenge no solo subraya la importancia de integrar principios de sostenibilidad en las misiones espaciales, sino que también refleja el compromiso de la NASA con la innovación. Al resolver este desafío, se podrían establecer las bases para un futuro en el que la exploración espacial sea más autónoma y menos dependiente de costosos suministros terrestres, mientras que las tecnologías desarrolladas podrían tener aplicaciones significativas para abordar la problemática global de los desechos en nuestro planeta.