La República Democrática del Congo (RDC) se encuentra en estado de «alerta máxima» tras la aparición de una enfermedad desconocida que ha cobrado la vida de al menos 27 personas en la región de Panzi, a 700 kilómetros al sureste de Kinshasa. Así lo anunció el ministro de Salud, Samuel-Roger Kamba, durante una rueda de prensa en la capital del país.
La enfermedad, detectada por primera vez a finales de octubre, ha sido descrita como «un caso de salud pública desconocido» que afecta mayoritariamente a niños menores de 5 años, quienes representan el 40% de los casos registrados. Los síntomas incluyen fiebre, tos y dolores de cabeza, similares a los de una gripe, pero las autoridades han descartado que se trate de COVID-19.
Además de las 27 muertes confirmadas, se han reportado otras 44 muertes en la misma región, aunque podrían estar relacionadas con otras causas, según las autoridades sanitarias.
Condiciones críticas en la región afectada
La región de Panzi, donde se concentra el brote, enfrenta condiciones de extrema precariedad. Con un índice de malnutrición del 61%, falta de acceso a agua potable y escasas infraestructuras de salud, la población es especialmente vulnerable. Hace dos años, la zona fue escenario de una grave epidemia de fiebre tifoidea.
El ministro Kamba subrayó que la situación requiere atención inmediata debido a la vulnerabilidad de los niños y la posibilidad de que la enfermedad se extienda.
Investigación en curso
Para determinar el origen de la enfermedad, se ha enviado a un equipo de epidemiólogos al lugar, quienes han comenzado a recolectar muestras. Dieudonné Mwamba, director general del Instituto Nacional de Salud Pública de RDC, explicó que aún no se sabe si la causa es viral o bacteriana.
La agencia sanitaria de la Unión Africana, Africa CDC, está apoyando los esfuerzos de investigación, mientras que las autoridades de la RDC instan a la población a extremar las medidas de higiene para prevenir una posible propagación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el viernes, 6 de diciembre de 2024, que desplegará expertos para investigar estos casos médicos.
“Se están realizando todos los esfuerzos para identificar la causa de la enfermedad, entender sus modos de transmisión y asegurar una respuesta adecuada lo más rápido posible”, dijo en un comunicado el director regional para África de la OMS, el doctor Matshidiso Moeti.
Este nuevo brote llega en un momento crítico para la RDC, que en los últimos meses ha enfrentado el impacto del virus de la mpox (anteriormente conocido como viruela del mono), causando más de 1,000 muertes. Aunque los casos de mpox han disminuido recientemente, la falta de recursos y la pobreza generalizada siguen complicando la respuesta a emergencias de salud pública en el país.