Máximo regresó después de casi 20 años para enfrentar uno de los mayores desafíos de la niñez en Ecuador: la desnutrición crónica infantil. Este icónico tucán, creado por UNICEF, siempre se preocupó por los problemas que afectan a los niños y niñas del país, y en 2022 volvió con una misión clara: informar y educar a las nuevas generaciones de padres y madres.
En su retorno, Máximo destaca la importancia de los controles médicos durante el embarazo y en los primeros años de vida de los bebés, así como la relevancia de la inmunización infantil y la necesidad de que los niños reciban todas sus vacunas a tiempo. También promueve los beneficios de la lactancia materna, alentando a las familias a iniciar esta práctica en la primera hora de vida, mantenerla de forma exclusiva durante los primeros seis meses y continuarla hasta los dos años.
La historia detrás de Máximo
Máximo nació de una alianza estratégica entre UNICEF y Walt Disney en los años 90, con el objetivo de transmitir mensajes esenciales para salvar vidas de una manera sencilla y accesible. Este colorido tucán fue creado bajo la guía de Roy Disney y con el talento del artista ecuatoriano Edgar Cevallos, mientras que sus mensajes contaron con el respaldo técnico de UNICEF.
El personaje debutó en Ecuador el 10 de agosto de 1994. Su nombre se inspiró en el tamaño de su pico, en la calidad excepcional con la que fue diseñado y en honor a Max Howard, director creativo de Disney, quien lideró el proyecto.
Vestido con un sombrero de paja toquilla y una camisa blanca, Máximo se convirtió en un ícono en el país, conocido por su canción «Yo soy Máximo y aquí estoy». Durante su primera etapa, difundió mensajes sobre la importancia de las vacunas, la yodación de la sal y la lactancia materna.
Ahora, Máximo volvió con su calidez y alegría característica, para seguir impactando positivamente en la vida de los niños y niñas de Ecuador.