El prestigioso ranking anual de las familias más acaudaladas del mundo, elaborado por Bloomberg, vuelve a situar a los Walton en el primer puesto. Dueños de Walmart, la cadena de supermercados más grande del mundo, han consolidado su posición gracias a un aumento del 80% en el valor de sus acciones este año. La familia posee el 46% de la compañía, un pilar de su fortuna estimada en $432.000 millones. Fundada por Sam Walton hace más de seis décadas, la empresa se ha mantenido en manos familiares gracias a una estrategia de cohesión que distribuyó las riquezas entre sus descendientes, asegurando el control y la expansión de su imperio comercial.
En segundo lugar, se encuentra la familia Al Nahyan de Emiratos Árabes Unidos, cuya fortuna de $323.000 millones se origina en la industria petrolera. Como gobernantes de Abu Dhabi, los Al Nahyan han transformado la región en un centro económico global. Liderados por el jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, también presidente del país, han diversificado sus negocios hacia sectores como la energía renovable, finanzas y bienes raíces, consolidando su influencia en el mundo árabe y más allá.
La familia Al Thani de Qatar ocupa el tercer lugar con una riqueza de $172.000 millones. Gobernantes del país durante ocho generaciones, su fortuna proviene principalmente de las reservas de gas y petróleo que han convertido a Qatar en uno de los países con mayor ingreso per cápita. Además de su protagonismo en la política, los Al Thani poseen inversiones en bienes raíces y arte, incluyendo obras de artistas icónicos como Picasso y Warhol. Este legado diversificado ha posicionado a la familia como una de las más poderosas en el ámbito global.
El top también incluye a dinastías como los Hermès en Francia, con $170.000 millones generados por su icónica casa de moda, y los Koch en Estados Unidos, con $148.000 millones derivados de una diversificación empresarial que abarca desde petróleo hasta computación en la nube. Familias como los Mars, con su imperio de dulces y productos para mascotas ($133.000 millones), y los Wertheimer, propietarios de Chanel ($88.000 millones), destacan por transformar negocios familiares en marcas globales. Todas estas familias comparten una característica clave: su habilidad para mantener unida la propiedad y preservar su legado generacional.