domingo, 27 julio 2025
Tendencias
Ciencia y tecnología

La sorprendente mosca azul: el insecto capaz de engañar a las termitas

La larva de mosca azul con la ‘máscara de termita’ en un termitero, en Marruecos. / Roger Vila (IBE)

En la naturaleza, hay especies que han desarrollado increíbles estrategias para sobrevivir. Un ejemplo asombroso es la mosca azul (Rhyncomya), un insecto capaz de infiltrarse en colonias de termitas sin ser detectado. De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) y publicado en Current Biology, las larvas de esta mosca han evolucionado para desarrollar un sofisticado camuflaje físico y químico que les permite convivir con las termitas sin ser atacadas.

El estudio, liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF), revela que estas larvas presentan una estructura en su parte posterior que imita la cabeza de una gran termita recolectora. Este «rostro falso» incluye dos ojos aparentes que, en realidad, son sus orificios respiratorios (espiráculos), además de unas protuberancias similares a antenas.

Pero su engaño no es solo visual. Como las termitas se reconocen principalmente por el olfato y el tacto, las larvas de Rhyncomya han desarrollado un disfraz químico, imitando a la perfección el aroma de sus anfitrionas. Esta adaptación evita que sean atacadas por los soldados del termitero, quienes descuartizan a cualquier intruso que no comparta su olor característico.

El descubrimiento de este comportamiento ocurrió en la cordillera del Anti-Atlas, en el sur de Marruecos. Los investigadores encontraron que estas moscas no solo logran integrarse en las colonias de termitas recolectoras, sino que además reciben cuidados por parte de ellas.

Dentro del termitero, donde la oscuridad es total, las termitas utilizan sus antenas para identificar a los miembros de la colonia. Para reforzar su camuflaje, las larvas de Rhyncomya poseen inusuales tentáculos en su cuerpo que simulan antenas, permitiéndoles interactuar con varias termitas a la vez. Solo a través de microscopía electrónica de barrido, los científicos pudieron notar las diferencias entre ambas especies.

Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que las larvas de Rhyncomya no solo son aceptadas dentro del termitero, sino que parecen recibir alimento. Según los investigadores, las termitas han sido observadas limpiando a las larvas con sus piezas bucales, lo que sugiere una interacción aún más profunda.

Los científicos ahora buscan confirmar si estas moscas también se benefician del proceso de trofalaxia, un método en el que las termitas comparten comida boca a boca. «Las larvas no solo son toleradas, sino que se comunican constantemente con las termitas a través del contacto con sus tentáculos, e incluso parecen alimentadas», señala Roger Vila, investigador del IBE.

Este estudio destaca el nivel de sofisticación que pueden alcanzar algunas especies en su lucha por la supervivencia. La mosca azul, con su doble camuflaje morfológico y químico, representa uno de los casos más extremos de mimetismo y engaño en el mundo animal.