Los productos importados desde Canadá y México, socios de Estados Unidos en el acuerdo de libre comercio de América del Norte, tendrán aranceles de 25%, una vez que este martes, 4 de marzo de 2025, entró en vigor la medida. En el caso de China, la subida es de 20%.
El presidente estadounidense, Donald Trump, presionó con los aranceles para que Canadá y México aumenten la vigilancia de sus fronteras. Ambos países tomaron medidas en el último mes, pero no dejaron satisfecho al magnate republicano y los aranceles se instalan.
Las reacciones no se hicieron esperar- “Hemos decidido responder con medidas arancelarias y no arancelarias que anunciaré en plaza pública el próximo domingo», declaró este martes la presidente mexicana, Claudia Sheinbaum, en rueda de prensa.
México entregó la semana pasada a Estados Unidos a algunos de los capos de la droga encarcelados más conocidos y desplegó a miles de militares en la frontera durante las últimas semanas, entre otras medidas, en un intento de evitar los aranceles.
Para Canadá, las tarifas aduaneras son una «amenaza existencial», según definió la canciller Mélanie Joly. «Miles de empleos están en juego», advirtió.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, avisó que su país «responderá a partir de la medianoche aplicando gravámenes del 25% sobre 155.000 millones de dólares en bienes estadounidenses».
Y fue mucho más allá al considerar que Trump busca socavar «la economía canadiense» para luego «hablar de la anexión» del país.
Trump, por su lado, amenazó con escalar aún más las medidas. «Si (Ottawa) responde a un arancel de Estados Unidos, nuestros aranceles recíprocos aumentarán inmediatamente en la misma proporción», escribió Trump en un mensaje dirigido a Trudeau, al que llama «gobernador», el título que tendría si Canadá es anexado a Estados Unidos.
Los aranceles afectarán a más de USD 918.000 millones en importaciones estadounidenses de Canadá y México.
Y la preocupación de la población es patente en las calles. En la localidad canadiense de Windsor, situada frente a Detroit, con 250.000 habitantes y corazón de la industria automovilística canadiense, los locales se sienten traicionados por su vecino y temen el cierre de plantas.
En México, en el puerto fronterizo de Otay, decenas de conductores de camiones hacían fila en la madrugada de este martes para cruzar a Estados Unidos, algunos con sus vehículos cargados y otros vacíos para recoger mercancía y llevarla posteriormente a México.
La respuesta de China
Trump subió también en 20% los aranceles a China. Y Pekín respondió de inmediato, anunciando que impondrá gravámenes suplementarios del 10 y el 15% a varias importaciones alimentarias de Estados Unidos como la soja, el trigo o el pollo.
«Si Estados Unidos (…) persiste en elevar una guerra arancelaria, una guerra comercial, o cualquier otro tipo de guerra, la parte china lo combatirá hasta el final», dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian.
Washington reprocha a China su «incapacidad» para «combatir la avalancha de fentanilo», un opioide sintético que mata a decenas de miles de personas al año en Estados Unidos.
Los especialistas temen que las medidas de Trump alimenten las presiones inflacionarias en Estados Unidos.
Con información de AFP