El sospechoso del atropello masivo en un festival filipino en Vancouver, que dejó 11 muertos y decenas de heridos, fue formalmente acusado de asesinato, informó este domingo la Policía canadiense.
Kai-Ji Adam Lo, de 30 años, enfrenta ocho cargos de asesinato en segundo grado. Según el reporte policial, habría actuado deliberadamente y tiene antecedentes de problemas de salud mental. La policía descartó que se tratara de un acto terrorista, pese a que el ataque ocurrió en plena víspera de elecciones parlamentarias.
El hecho sucedió el sábado durante la celebración del Día de Lapu Lapu, evento organizado por la comunidad filipina. Testigos relataron escenas de caos tras el incidente, con niños heridos y cuerpos en la calle. Imágenes difundidas muestran un vehículo todoterreno dañado entre escombros y socorristas asistiendo a las víctimas.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, calificó el ataque como «la pesadilla de todas las familias». Líderes internacionales, como el presidente filipino Ferdinand Marcos y el rey Carlos III, expresaron su profunda tristeza por la tragedia.
Este ataque recuerda eventos similares ocurridos en Canadá en años recientes, aumentando la preocupación por la seguridad pública en un contexto electoral.