El economista y político Mark Carney celebró su victoria como primer ministro de Canadá este martes 29 de abril de 2025, luego de una ajustada remontada del Partido Liberal frente a los Conservadores. Durante su discurso en Ottawa, Carney advirtió que el país enfrenta tiempos difíciles y que su gobierno tendrá una «luna de miel muy corta».
“Es momento de ser valientes para afrontar esta crisis”, afirmó ante cientos de simpatizantes, reconociendo que los desafíos en materia económica y diplomática serán enormes. Uno de los más inmediatos será manejar la compleja relación con el presidente estadounidense Donald Trump, quien durante las elecciones incluso sugirió que Canadá debería convertirse en el estado número 51 de EE. UU.
Carney deberá implementar reformas urgentes para reducir la dependencia comercial con Estados Unidos, su principal socio económico. Actualmente, tres cuartas partes de las exportaciones canadienses tienen como destino ese país, situación que ha generado vulnerabilidad ante las recientes políticas arancelarias impuestas por Trump a sectores clave como el automotriz y siderúrgico.
Canadá busca reestructurar su economía
Durante la campaña, Carney advirtió que el país debe “reinventar su economía” debido a la reestructuración que impulsa Trump en la suya. Entre sus propuestas están eliminar barreras comerciales entre provincias canadienses y fortalecer los lazos con Europa, continente al que planea viajar en su primer encuentro internacional como jefe de Estado.
No obstante, los expertos advierten que abrir nuevos corredores comerciales requerirá tiempo y una fuerte inversión en infraestructura. “No hay soluciones rápidas”, aseguró Steve Verheul, exviceministro de Comercio, quien destacó la importancia de restaurar el libre comercio con Estados Unidos bajo el actual T-MEC.
Reunión con Trump y cumbre del G7
Está previsto que Carney y Trump se reúnan en mayo para discutir temas comerciales, en un intento por suavizar las tensiones bilaterales. También coincidirán en junio en la cumbre del G7, a celebrarse en el oeste de Canadá, junto a líderes de Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido.
“Se necesitará un esfuerzo titánico para resolver la guerra comercial”, comentó Sandra Aube, exjefa de gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, quien también destacó el impacto que tendrá la política de defensa de Carney.
Defensa, soberanía y problemas internos
El nuevo primer ministro presentó un ambicioso plan para reforzar la soberanía canadiense, especialmente en el Ártico, y disminuir la dependencia de aliados como EE. UU. Esta estrategia incluye millonarias inversiones en el sector manufacturero y de defensa.
Sin embargo, Carney también deberá enfrentar temas urgentes a nivel interno, como el alto costo de vida y la crisis habitacional. “Estos problemas son reales y urgentes”, señaló Marci Surkes, exasesora de Justin Trudeau, y añadió que el nuevo gabinete deberá mostrar una mayor orientación hacia la economía y los negocios.
Con una mayoría parlamentaria aún por consolidarse, Carney buscará alianzas con partidos pequeños mientras navega entre tensiones diplomáticas, ajustes económicos y demandas sociales.