Un video de vigilancia grabado en 2016 ha salido a la luz. En él, se observa al productor musical Sean “Diddy” Combs agrediendo físicamente a su entonces pareja, la cantante Cassie Ventura. Las imágenes lo muestran persiguiéndola por el pasillo de un hotel, empujándola y pateándola mientras ella está en el suelo.
El hecho ocurrió en el hotel InterContinental de Century City, en Los Ángeles. Este episodio formó parte de las denuncias que Ventura incluyó en una demanda por abuso físico, sexual y psicológico, presentada en noviembre de 2023. La cantante relató una relación marcada por la violencia durante casi una década.
Tras la publicación del video, Combs ofreció una disculpa pública. Afirmó que su comportamiento fue “inexcusable” y que ha estado trabajando en su proceso personal desde entonces. Cassie, por su parte, agradeció el apoyo del público y recalcó la importancia de creer en las víctimas desde el inicio.
El video de Sean Diddy Combs agrediendo a Cassie Ventura, ha causado conmoción en redes sociales y en la industria musical. Reabrió el debate sobre la violencia doméstica y el abuso de poder por parte de figuras públicas. También ha influido en el juicio actual que enfrenta Combs por cargos federales más amplios.
El contexto: múltiples denuncias y redadas federales
Desde finales de 2023, Sean Combs ha estado en el centro de varias investigaciones por presunto tráfico sexual, abuso de menores, posesión de armas y lavado de dinero. En marzo de 2024, agentes federales realizaron redadas en dos de sus propiedades: una en Los Ángeles y otra en Miami.
Además de Cassie Ventura, otras mujeres también han presentado demandas civiles contra Combs. Todas lo acusan de abuso físico, coerción sexual, tráfico de personas y manipulación psicológica. Varios testimonios coinciden en un patrón de conducta marcado por la violencia, el control y el uso de drogas para someter a sus víctimas.
Aunque el productor niega los cargos, las investigaciones siguen en curso. El FBI y otras agencias federales trabajan en colaboración con fiscales estatales para definir el alcance de las acusaciones y determinar si existe una red criminal detrás de sus acciones.
Este caso ha generado un fuerte impacto en la opinión pública. También ha impulsado nuevas conversaciones sobre la protección de las víctimas, la cultura del silencio en la industria del entretenimiento y la responsabilidad de las figuras de poder.
También puede leer: