El gobierno francés anunció el jueves una prohibición para fumar en lugares públicos exteriores a partir del 1 de julio. Esta medida aplica a espacios donde pueden congregarse niños, como playas, parques, cercanías de escuelas, estaciones de buses y lugares deportivos.
La ministra de Salud y Familias, Catherine Vautrin, declaró en una entrevista con el diario Ouest-France que «ahí donde hay niños, el tabaco debe desaparecer».
La infracción a esta prohibición resultará en una multa de 135 euros. Vautrin indicó que la libertad de fumar «cesa donde comienza el derecho de los niños a respirar aire puro».
La medida incluye escuelas maternas y primarias, así como colegios y liceos. Esto busca evitar que los estudiantes fumen frente a sus establecimientos. Sin embargo, la prohibición no se extiende a las terrazas de los cafés ni al uso del cigarrillo electrónico.