Rusia y Ucrania alcanzaron este lunes un acuerdo humanitario durante la segunda ronda de negociaciones directas celebradas en Estambul, Turquía. Las partes acordaron el intercambio de prisioneros de guerra heridos o menores de 25 años, así como la entrega recíproca de 6.000 cadáveres de soldados caídos en combate.
A pesar del avance parcial, el diálogo concluyó sin un cese al fuego incondicional, objetivo central de los esfuerzos internacionales por desescalar el conflicto que ya cumple más de tres años desde la invasión rusa a territorio ucraniano.
“La parte rusa continuó rechazando la propuesta de alto al fuego incondicional”, declaró el negociador ucraniano Serguii Kislitsia ante la prensa.
Un acuerdo limitado, pero simbólico
El ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, quien encabezó la delegación de Kiev, confirmó que el intercambio incluirá a “todos los prisioneros de guerra gravemente heridos y a los menores de 25 años”. Además, destacó que se entregarán “6.000 cadáveres de soldados de cada bando”.
La reunión, que tuvo lugar en el histórico palacio de Ciragan, fue acompañada por un mensaje del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien reiteró su disposición a acoger una cumbre de alto nivel. “Estamos listos para recibir a los presidentes de Estados Unidos, Ucrania y Rusia en Ankara o Estambul”, afirmó.
Desde Washington, el presidente estadounidense Donald Trump se mostró “abierto” a asistir al encuentro en Turquía, según confirmó su portavoz Karoline Leavitt.
Ucrania propone nueva ronda y exige reunión presidencial
Umerov propuso realizar una tercera ronda de conversaciones entre el 20 y el 30 de junio, en la que espera que se logre una reunión directa entre Volodimir Zelenski y Vladimir Putin, una iniciativa que el Kremlin aún no ha aceptado.
Por su parte, el negociador ruso Vladimir Medinski aseguró que Moscú entregó a Kiev un memorando sobre “los medios para instaurar una paz duradera”, incluyendo medidas hacia un alto al fuego total. Sin embargo, Moscú exigió como condición previa que Ucrania retire sus tropas de las regiones que Rusia reclama como anexadas.
Intercambio de exigencias y desacuerdos
Mientras Kiev exige una retirada total de las fuerzas rusas y garantías de seguridad, Moscú insiste en que Ucrania renuncie a su ingreso en la OTAN y ceda formalmente las regiones ocupadas, condiciones que Zelenski considera “inaceptables”.
“Putin no debe obtener nada que justifique su agresión”, afirmó Zelenski tras su participación en la cumbre de la OTAN en Vilna. “Rusia no debe recibir ninguna recompensa por la guerra”.
Escalada reciente: drones y ofensiva profunda
Previo al diálogo, Ucrania reivindicó un ataque masivo con drones contra bases aéreas rusas en Siberia y otras regiones, que, según los Servicios de Seguridad Ucranianos (SBU), causó pérdidas por 7.000 millones de dólares. El ejército ruso respondió derribando 162 drones, mientras que Moscú lanzó 80 drones contra territorio ucraniano.
Una guerra sin tregua y sin esperanza inmediata
Desde el pueblo ucraniano de Dobropilia, cerca del frente oriental, el ciudadano Volodimir, de 53 años, describió el sentimiento general:
“Pensábamos que todo iba a terminar. Ahora ya no nos queda nada que esperar. No tenemos casa, no hay nada. Casi nos matan los drones”.
Tres años después del inicio del conflicto, la guerra ha dejado decenas de miles de muertos y desplazamientos masivos, mientras los esfuerzos diplomáticos siguen sin lograr un acuerdo duradero.