sábado, 26 julio 2025
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Comer Frutas después de las comidas: un hábito saludable con beneficios científicos

Incluir frutas como parte del postre o después de una comida principal no solo es una costumbre deliciosa, sino también una práctica respaldada por múltiples beneficios nutricionales. De acuerdo con expertos en salud digestiva, el consumo de frutas después de los alimentos puede mejorar la absorción de nutrientes, favorecer la digestión y reducir el deseo de consumir postres ultraprocesados.

Aporte de Fibra y Saciedad Natural

Una de las razones más destacadas para comer frutas después de las comidas es su alto contenido en fibra. Esta fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y prolonga la sensación de saciedad, lo que contribuye al control del apetito y al mantenimiento de un peso saludable.

Además, incluir frutas ricas en agua, como la sandía o la piña, favorece la hidratación celular, lo cual es clave para la digestión eficiente de los alimentos.

Mejora la Absorción de Hierro con Vitamina C

Frutas como la naranja, el kiwi o las fresas son ricas en vitamina C, un nutriente que facilita la absorción de hierro no hemo (el que proviene de fuentes vegetales). Ingerir estas frutas después de comidas que incluyen legumbres, espinacas o cereales integrales puede potenciar significativamente la biodisponibilidad del hierro, ayudando a prevenir la anemia ferropénica.

Comer frutas ayuda mucho, según expertos, al proceso digestivo del ser humano. Foto: Cortesía

Enzimas Digestivas Naturales en Algunas Frutas

Algunas frutas tropicales ofrecen beneficios adicionales gracias a sus enzimas:

  • Piña: contiene bromelina, una enzima que ayuda a descomponer proteínas.
  • Papaya: rica en papaína, una sustancia que también apoya la digestión de alimentos pesados.

Estas propiedades convierten a estas frutas en aliadas ideales para comidas abundantes o ricas en proteínas.

Precauciones y Consideraciones

Aunque los beneficios son amplios, no todas las personas toleran igual el consumo de frutas justo después de comer. Aquellos con reflujo gástrico o colon irritable podrían experimentar molestias, como hinchazón o acidez, especialmente si la comida fue copiosa o muy grasa.

También se recomienda precaución con frutas muy ácidas como el limón o la toronja, que pueden agravar los síntomas en personas con estómagos sensibles.

Incorporar frutas después de las comidas principales puede convertirse en una estrategia eficaz para mejorar la digestión, reforzar la absorción de nutrientes y promover hábitos alimenticios más saludables. Siempre será ideal adaptar el consumo a las necesidades individuales y consultar a un nutricionista si existen condiciones digestivas particulares.

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