El rover Curiosity de la NASA ha identificado en Marte unas sorprendentes formaciones rocosas en forma de telaraña, que podrían ser evidencia clave de la existencia pasada de agua líquida en el planeta rojo. Estas estructuras, localizadas en la base del Monte Sharp dentro del cráter Gale, se conocen como “boxwork”, una configuración rara que también se encuentra en algunas cavernas de la Tierra.
Estas formaciones en rejilla se originan cuando minerales transportados por agua llenan fisuras en la roca. Con el tiempo, la erosión elimina el material blando y deja expuestas las vetas más resistentes, creando patrones entrecruzados muy similares a telarañas.
Señales de un ambiente más cálido y habitable
Científicos de la NASA y la Universidad de Rice explican que la presencia de estos minerales sugiere que el agua en Marte no solo existió, sino que probablemente fue salina y más cálida de lo que se creía. Esta combinación sería fundamental para generar un entorno más favorable a la vida microscópica.
Además, estas “telarañas” abarcan una extensa área de 10 a 20 kilómetros, lo que indica que los procesos geológicos que las originaron fueron significativos y prolongados.
Curiosity inicia una nueva fase de exploración
Curiosity ya se dirige hacia estas estructuras para analizarlas de cerca. El equipo científico espera obtener más detalles sobre los minerales presentes y confirmar si se formaron en presencia de agua subterránea. Esta investigación se suma a otros hallazgos recientes del rover, como la detección de cristales de azufre puro y siderita, ambos asociados a ambientes húmedos.
Un paso más en la búsqueda de vida antigua
El hallazgo de estas telarañas marcianas refuerza la hipótesis de que Marte fue, en algún momento, un planeta más habitable de lo que hoy aparenta. De confirmarse el origen acuoso de estas estructuras, sería una pista más en la búsqueda de antiguos microorganismos en su superficie.
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