Cuando el internet inalámbrico comienza a fallar, muchos usuarios culpan a su proveedor o piensan en problemas técnicos complejos. Sin embargo, en una gran cantidad de casos, la ubicación del router de WiFi determina el rendimiento de la señal.
Factores cotidianos, como la presencia de ciertos electrodomésticos cerca del router, pueden reducir la calidad y la velocidad del servicio sin que el usuario lo note.
Según datos de AT&T, distintos aparatos domésticos tienen la capacidad de interferir con la transmisión inalámbrica, incluso si no fueron diseñados para conectividad por aire. Esta afectación se incrementa cuando el router se encuentra en lugares poco óptimos, sobre todo en la cocina, donde la presencia de hornos microondas puede sabotear la conexión.
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La batalla de las frecuencias: Microondas vs. WiFi
El horno microondas es una de las principales causas de interferencia. De acuerdo con AT&T, este aparato comparte con el WiFi la banda de frecuencia de 2.4 GHz, una franja utilizada tanto por muchos routers como por el electrodoméstico al momento de calentar alimentos.
Esta coincidencia en frecuencias origina un choque directo entre señales. La utilización del microondas cerca de un router puede reducir la velocidad del WiFi hasta la mitad. Este fenómeno afecta el acceso a internet en el hogar, especialmente si el router se encuentra en la misma cocina o en habitaciones contiguas.
Si buscas una conexión más estable y rápida, lo mejor es alejar tu router de la cocina y de cualquier electrodoméstico que emita ondas.

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