En las profundidades del Océano Ártico, los científicos han descubierto un tesoro vivo: un tiburón de Groenlandia con una asombrosa edad estimada de 392 años. Este espectacular hallazgo, posible gracias a tecnología avanzada, desafía nuestras percepciones sobre la longevidad de las criaturas marinas. A diferencia de la imagen comúnmente asociada con los tiburones, este ejemplar se caracteriza por su naturaleza serena y su movimiento lento en las aguas del Atlántico Norte y el Ártico.
Contrario a lo esperado, el tiburón de Groenlandia no es un depredador agresivo; su dieta se compone principalmente de peces, calamares y restos de mamíferos marinos arrastrados por las corrientes. Este descubrimiento plantea interrogantes sobre la biología y la evolución en las profundidades marinas, ya que estos animales pueden alcanzar la madurez sexual a los 150 años debido a su metabolismo lento.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Copenhague ha revelado que el tiburón de Groenlandia puede vivir hasta 512 años, convirtiéndolo en el animal más longevo del planeta.