La cola de quirquincho, conocida como «la hierba del amor», es una planta andina con beneficios afrodisíacos, neuroprotectores y antiinflamatorios. Su uso tradicional está siendo validado por la ciencia moderna.
Es una planta originaria de las montañas de Chile, Bolivia, Perú y Argentina, crece en terrenos rocosos y altos, entre los 5 y 30 centímetros de altura. Sus hojas largas se asemejan a la cola del quirquincho, un mamífero nativo.
Esta planta contiene alcaloides, taninos y flavonoides, compuestos que le otorgan propiedades afrodisíacas, antiinflamatorias y antioxidantes.
En las comunidades andinas, es conocida por aumentar el deseo sexual y la vitalidad.
Estudios recientes de la Universidad Nacional de Córdoba confirman que estimula el sistema nervioso y mejora el rendimiento sexual.
Además, investigaciones han demostrado su efecto neuroprotector. Según los especialistas, puede revertir la muerte de células nerviosas en casos de epilepsia.
También tiene propiedades diuréticas y ayuda a reducir la inflamación.
¿Cómo se consume?
La cola de quirquincho se consume principalmente en decocción, hirviendo la planta en agua para extraer sus propiedades. También se puede añadir al mate, una tradición popular en los países del sur de América.
Aunque sus beneficios son numerosos, los expertos recomiendan consumirla con precaución. Las dosis deben ser moderadas y supervisadas, especialmente en mujeres embarazadas, en lactancia o en personas con problemas renales.
Esta planta andina es una alternativa natural para quienes buscan mejorar su salud de forma holística y sostenible.