Un estudio publicado en Nature revela que el mosquito Aedes aegypti utiliza la radiación infrarroja para localizar a los seres humanos.
Este insecto, cuyo objetivo principal es alimentarse de sangre, preferentemente humana, combina varios métodos de detección para alcanzar a su víctima. Según la investigación realizada por un equipo de la Universidad de California en Santa Bárbara, el Aedes aegypti primero detecta las mínimas fluctuaciones de dióxido de carbono (CO2) en el aire, emitidas por la respiración humana, desde una distancia superior a diez metros, según recoge la agencia AFP.
Este primer contacto con el CO2 aumenta la actividad del mosquito y lo hace más sensible a otros estímulos del huésped, como las señales olfativas propias del olor humano, que pueden ser percibidas a uno o dos metros de distancia. Sin embargo, debido a su limitada agudeza visual, la efectividad de estas señales puede verse afectada por corrientes de aire.
Cuando el mosquito se encuentra a menos de diez centímetros de la piel humana, detecta la humedad y el calor, confirmando que está cerca de su objetivo. El equipo dirigido por el profesor Craig Montell se preguntó si, además de estos estímulos, el Aedes aegypti podría utilizar la radiación infrarroja emitida por los seres vivos para afinar su precisión al localizar a su huésped.
En el experimento, los investigadores colocaron 80 mosquitos hembras en una jaula, frente a dos placas: una a temperatura ambiente (29,5ºC) y otra a la temperatura de la piel humana (34ºC). Además, se emitía una ligera nube de CO2 y se difundía el olor de sudor humano proveniente de un guante viejo.
Los resultados mostraron que la combinación de señales—CO2, olor y radiación infrarroja—aumentaba significativamente la respuesta de los mosquitos. Los autores del estudio sugieren que la detección por infrarrojos podría ser un mecanismo ampliamente utilizado por los mosquitos para localizar a sus víctimas de sangre caliente.
Este hallazgo abre la posibilidad de desarrollar trampas más eficaces para controlar a los mosquitos y reducir la transmisión de las enfermedades que propagan.