Sentir celos en una relación puede considerarse algo común en ciertos contextos. Sin embargo, cuando estos celos se vuelven irracionales, extremos y constantes, podrían estar relacionados con una condición conocida como Síndrome de Otelo, un trastorno psicológico poco conocido pero profundamente destructivo.
Este síndrome toma su nombre del personaje trágico de la obra Otelo: el moro de Venecia de William Shakespeare, en la que el protagonista, cegado por los celos, actúa impulsado por una supuesta infidelidad sin fundamento alguno.
¿En qué consiste el Síndrome de Otelo?
Quienes padecen este trastorno desarrollan una obsesión patológica con la idea de que su pareja les está siendo infiel, a pesar de no existir evidencia alguna. Sus pensamientos están marcados por delirios y sospechas constantes, lo que los lleva a imaginar situaciones inexistentes, actuar de forma controladora y vigilar a su pareja de manera desproporcionada.
Desde la plataforma Psicología Madrid explican que este comportamiento no responde a una situación real, sino a una distorsión cognitiva que convierte la relación en un terreno de desconfianza, ansiedad y sufrimiento emocional.
Síntomas del Síndrome de Otelo
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:
- Desconfianza excesiva hacia la pareja, familia o entorno cercano
- Creencias infundadas de estar siendo engañado o víctima de una conspiración
- Conductas de hipervigilancia, control o supervisión extrema
- Episodios de llanto, ansiedad, depresión o irritabilidad
- Pensamientos obsesivos persistentes relacionados con la infidelidad
- Incapacidad para reconocer que se tiene un problema psicológico
En muchos casos, la persona afectada no es consciente de que su conducta responde a un trastorno, lo que dificulta aún más la búsqueda de ayuda y deteriora rápidamente la relación de pareja.
¿Cómo se puede tratar?
La psicóloga Eva Morón señala que este tipo de celos patológicos puede generar un círculo vicioso de pensamientos obsesivos que terminan por afectar no solo la estabilidad emocional del afectado, sino también la salud de la relación.
La buena noticia es que el Síndrome de Otelo tiene tratamiento. El enfoque más recomendado es la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a la persona a identificar sus distorsiones de pensamiento, cuestionarlas y sustituirlas por ideas más realistas y saludables.
También puede incluir terapia de pareja, en caso de que ambos estén dispuestos a trabajar en el proceso de recuperación y reconstrucción de la confianza.
Reconocer que los celos excesivos pueden ser un problema de salud mental es un paso crucial para evitar que una relación se destruya por percepciones infundadas.