Las Fuerzas Armadas del Ecuador intensifican su ofensiva contra las mafias dedicadas al tráfico de combustibles, logrando un impacto histórico tras la eliminación del subsidio al diésel dispuesta por el presidente Daniel Noboa.
Solo en septiembre de 2025, se decomisaron 102.311 galones de combustible, frente a los 85.758 galones incautados en agosto, lo que representa un incremento del 19% en apenas 30 días. En comparación con el mismo mes del año pasado, cuando se incautaron 31.195 galones, el aumento alcanza un 228%.
En lo que va del año, las Fuerzas Armadas han decomisado 1.067.644 galones de combustibles, incluyendo diésel, gasolina, gasolina blanca y derivados, con una afectación económica estimada en USD 22,3 millones para las estructuras criminales. Solo en septiembre, los decomisos representaron USD 512.108,90, una cifra récord desde la adopción de la medida económica.
El fin del subsidio al diésel cerró una de las principales fuentes de financiamiento del crimen organizado. Al encarecer el precio del combustible, las mafias pierden el margen de ganancia que obtenían revendiendo diésel subsidiado, lo que hace que sus operaciones sean más visibles y fáciles de detectar.
La mayor parte de los decomisos se concentra en provincias estratégicas como Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Orellana, Sucumbíos, Manabí y El Oro, donde se ejecutan operaciones permanentes de control e inteligencia hidrocarburífera. Los tramos más vulnerables de los poliductos, especialmente entre La Concordia–Santo Domingo y Shushufindi–Orellana, permanecen bajo vigilancia militar reforzada.
En lo que va de octubre, ya se han decomisado 91.631 galones adicionales, como resultado del redoble de operaciones específicas contra este delito. Estas acciones forman parte de la estrategia del Bloque de Seguridad, que articula esfuerzos entre las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y la Agencia de Regulación de Energía y Recursos Naturales no Renovables.
El tráfico de combustible, considerado la tercera amenaza más grave para la seguridad del Estado, ha sido golpeado tanto en su estructura económica como logística. Cada galón incautado representa menos dinero para el crimen y más control para el Estado.
“Mientras los delincuentes pierden sus fuentes de financiamiento, el Ecuador continúa su lucha por recuperar la seguridad. Nuestras Fuerzas Armadas seguirán firmes en esta misión”, afirmó el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo.






