En los 59 años de vida de Ivan Brizola, residente de Rio Grande do Sul, nunca había tocado el agua con la intención de nadar. Sin embargo, cuando las implacables inundaciones golpearon su estado brasileño esta semana, Brizola no dudó en tomar medidas audaces para ayudar a quienes se encontraban atrapados por el agua.
En una entrevista con BBC, Brizola contó sobre su gran labor.
Ante el caos que estaban viviendo, Brizola no dudó en pedir prestado un kayak para luego dirigirse hacia Canoas, una ciudad gravemente afectada. Aunque su propia casa en Porto Alegre no sufrió daños, no titubeo en ayudar al resto.
Sin experiencia previa en el manejo de un kayak y sin más equipo, Brizola empezó sus labores de rescate.
Este hombre de formación docente, dedicado actualmente al adiestramiento canino y tratamientos de salud infantil con ayuda de animales, se convirtió en un héroe improvisado durante las inundaciones. Junto a otros voluntarios, ayudó a rescatar a más de 300 personas, además de animales, en lugares de difícil acceso.
Entre los momentos más desafiantes de su labor se encuentra el rescate de un hombre de 90 años con enfermedad de Alzheimer y un perro enojado atrapado en un edificio inundado.