Parece increíble, pero el hombre que dio vida a Jack Dawson no conoce la historia de amor de su personaje desde la perspectiva del espectador. Durante una distendida charla en el segmento Actors on Actors de la revista Variety, Leonardo DiCaprio admitió frente a Jennifer Lawrence que nunca ha visto «Titanic».
La revelación surgió cuando Lawrence, con su carisma habitual, le preguntó si alguna vez había regresado al transatlántico más famoso del cine. «No. No la he visto nunca«, respondió DiCaprio de forma tajante, ante la evidente sorpresa de su colega, quien no dudó en recomendarle que le diera una oportunidad al filme.
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La curiosa regla de DiCaprio con su propia filmografía
A pesar de su estatus como leyenda de Hollywood, el ganador del Oscar por The Revenant mantiene una relación distante con sus propios proyectos. Según explicó el actor de 51 años, evita por norma general ver sus películas una vez terminadas.
«Realmente no veo mis películas, ¿tú lo haces?», cuestionó DiCaprio a Lawrence, quien confesó que ella también evita verse en pantalla, salvo una ocasión en la que, bajo los efectos del alcohol, decidió evaluar su talento viendo American Hustle.
La única excepción en su carrera
Sin embargo, no todo es rechazo en la biblioteca personal de Leo. El actor admitió en una entrevista previa con Esquire que existe una producción que sí ha revisado con orgullo: El Aviador.
Para DiCaprio, interpretar a Howard Hughes bajo la dirección de Martin Scorsese marcó un antes y un después en su madurez profesional. En ese rodaje, por primera vez, no se sintió como un «actor contratado», sino como un colaborador integral del proceso creativo.
«Titanic»: Un experimento que se salió de control
Mirando hacia atrás, DiCaprio recuerda el rodaje de 1997 como un salto al vacío. Junto a Kate Winslet, el actor venía del mundo del cine independiente y ambos veían la producción de James Cameron como un experimento arriesgado.
«Nunca predijimos que sería lo que fue«, señaló el actor, refiriéndose al fenómeno cultural que recaudó miles de millones de dólares. Tras el éxito masivo, DiCaprio decidió alejarse de las expectativas comerciales para retomar sus «intenciones originales» en la actuación, enfocándose en roles más complejos y menos vinculados a la imagen de ídolo juvenil que le otorgó Rose y el hundimiento del barco.
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