Una canción de origen ecuatoriano está logrando un éxito rotundo, no solo en el país, sino en varias regiones de Latinoamérica. Spotify, una de las plataformas musicales más grandes a nivel mundial, confirma este fenómeno. El tema, titulado Parte & Choke, pertenece al género urbano y es interpretado por los artistas Jombriel, Alex Krack y Jøtta. Actualmente, se encuentra luchando por los primeros puestos en las listas de popularidad, compitiendo con el lanzamiento más reciente de Bad Bunny, DtMF.
El éxito de la canción comenzó en TikTok, donde su pegajoso verso se repitió hasta volverse viral. «Que la parte y la choque. Ella está buscando que la monte y la choque. Yo quiero una mala que me aguante el twerke» se convirtió en el himno de miles de videos en la red social, captando la atención no solo de ecuatorianos, sino de usuarios de todas partes del mundo.
El impacto de Parte & Choke llegó incluso hasta los oídos de Ryan Castro, reconocido reguetonero colombiano. Jombriel y sus compañeros se desplazaron hasta Colombia para grabar un remix del tema junto a Castro, un movimiento que ha generado opiniones divididas. Aunque algunos prefieren la versión original, argumentando que el remix no era necesario, otros ven en esta colaboración una oportunidad para que la canción se haga aún más conocida.
Las redes sociales también se hicieron eco de esta colaboración, mostrando imágenes y videos del tema interpretado por Jombriel junto a Ryan Castro, mientras el público disfruta del ritmo contagioso de la canción. Si bien no faltan las críticas de quienes no son fans del estilo, también hay quienes han expresado su admiración por la propuesta.
En cuanto a la influencia del género, Parte & Choke se adentra en las raíces del Dancehall, un estilo musical jamaicano que alcanzó gran popularidad en la década de los 60. Este ritmo ha logrado conquistar a muchos, incluyendo a creadores de contenido como «El Coreano Loco», quien, a pesar de ser conocido por burlarse de varios éxitos de reguetón, no dudó en destacar la calidad de la canción, reconociendo que su pegajoso ritmo tiene el poder de hacer bailar a cualquiera.