El rey Carlos III del Reino Unido ha tomado una decisión sin precedentes: iniciar el proceso formal para despojar a su hermano, el príncipe Andrés, de sus títulos reales y forzar su salida de la lujosa residencia de Windsor. Esta maniobra representa el intento más enérgico de la corona británica hasta la fecha para alejarse del controversial escándalo generado por los lazos de Andrés con el delincuente sexual convicto, Jeffrey Epstein.
El Palacio de Buckingham describió la medida como «censuras necesarias», lo cual subraya la profunda crisis que atraviesa la corona. Esta acción fortalece la brecha dentro de la familia real británica en décadas.

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Una amistad conflictiva
El príncipe Andrés, de 65 años, ha enfrentado controversias constantes durante quince años debido a su amistad con Epstein. Además, el escándalo alcanzó una intensidad crítica tras la publicación de las memorias póstumas de Virginia Giuffre, quien alegó haber sido agredida sexualmente por Andrés cuando era adolescente.

Giuffre, quien siempre sostuvo que el príncipe sí la conoció, falleció por suicidio en abril a los 41 años. A pesar de esto, Andrés ha negado categóricamente todas las acusaciones en su contra.
La familia de la víctima reaccionó a la noticia con una emotiva declaración este jueves: «Hoy, una chica estadounidense común de una familia estadounidense común derribó a un príncipe británico con su verdad y valentía extraordinaria«.
Rey Carlos y la formalidad del desalojo
El Palacio de Buckingham comunicó la decisión de forma tajante, alejándose de las habituales formalidades: «Su Majestad ha iniciado hoy un proceso formal para retirar el estilo, títulos y honores del príncipe Andrés«.
El comunicado detalló el futuro inmediato de Andrés: «El príncipe Andrés pasará a ser conocido como Andrés Mountbatten Windsor». Aun más importante, se le ha notificado formalmente que debe entregar el contrato de arrendamiento de Royal Lodge y mudarse a un alojamiento privado alternativo. La acción, según el Palacio, es «necesaria, a pesar de que él sigue negando las acusaciones en su contra».
Retiro inmediato de títulos
El príncipe había intentado calmar el escrutinio a principios de mes al renunciar al uso de sus títulos. No obstante, esta acción no logró frenar el flujo de titulares negativos.
Además, la indignación pública creció tras revelarse la semana pasada que Andrés pagó solo un alquiler simbólico por Royal Lodge desde 2003.

La casa real emitió un mensaje contundente a la sociedad: «Sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos han estado, y permanecerán, con las víctimas».
La familia Giuffre, finalmente, declaró que seguirán luchando para que otros asociados de Epstein enfrenten un juicio similar. «Nuestra hermana… nunca dejó de luchar por la rendición de cuentas… Hoy, declara la victoria», afirmó la familia.
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