Una serie de ataques armados coordinados con explosivos y drones, atribuida a disidentes de las FARC, dejó cuatro personas muertas y al menos doce heridas en el suroeste de Colombia, confirmaron este martes las autoridades. Los atentados se produjeron en al menos 19 puntos de los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, en lo que se considera uno de los golpes más duros a la seguridad nacional en lo que va del gobierno de Gustavo Petro.
“Estamos ante hechos demenciales”, denunció el general Carlos Triana, director de la Policía Nacional. “Han muerto dos de nuestros hombres y dos civiles. Hay 12 heridos, entre ellos tres uniformados. Esto no puede quedar impune”.
Los ataques se concentraron en municipios como Jamundí, Corinto, Morales y Buenaventura, además de la ciudad de Cali, donde estallaron motocicletas cargadas con explosivos cerca de estaciones policiales. En Corinto, un coche bomba explotó frente a varios comercios, dejando graves daños estructurales. Un fotógrafo de AFP confirmó la presencia de vehículos destruidos y vitrinas rotas en la zona comercial.
“El estallido fue tan duro que pensamos que había temblado”, relató Luz Amparo Hincapié, dueña de una panadería. “Cuando llegué, todos los vidrios estaban rotos. Todo estaba destruido”.
Los autores: disidencias de las FARC bajo el mando de Iván Mordisco
Las autoridades atribuyen los ataques a las disidencias del Estado Mayor Central (EMC), grupo al margen de la ley que sigue las órdenes de alias Iván Mordisco, exguerrillero de las FARC y actual cabecilla del GDOT (Grupo Delictivo Organizado Transnacional). El EMC controla rutas del narcotráfico y zonas de cultivo de coca, especialmente en el Cañón del Micay, una región estratégica del Cauca, en Colombia.
Estos hechos violentos ocurren apenas días después del atentado contra el senador Miguel Uribe, herido con tres disparos el sábado en Bogotá. El legislador de 39 años permanece en cuidados intensivos. Aunque el gobierno no ha confirmado vínculos entre ambos hechos, los expertos advierten de una escalada organizada para desestabilizar al Estado.
Según Triana, los rebeldes habrían perpetrado los atentados para conmemorar la muerte de alias Mayimbú, exjefe guerrillero abatido en 2022.
Fracaso del proceso de paz y recrudecimiento del conflicto en Colombia
Aunque el gobierno de Petro llegó al poder con la promesa de negociar la paz con todos los grupos armados ilegales, el EMC rompió el diálogo en abril de 2024, y desde entonces ha intensificado sus ataques. La ofensiva de este martes es la primera con este nivel de coordinación desde el retiro de Mordisco de las negociaciones.
“Estamos enfrentando una guerra abierta con estructuras que se financian del narcotráfico y el terrorismo”, alertó un alto oficial del Ejército bajo condición de anonimato. “Estos ataques tienen como fin distraer al Ejército, mientras Mordisco se mueve por la Amazonía para evitar ser capturado”.
Según fuentes de inteligencia, el EMC busca desestabilizar las regiones del Pacífico colombiano para garantizar corredores estratégicos hacia la frontera con Ecuador y la salida de cocaína por el océano.
Balance preliminar y situación en desarrollo
Hasta la tarde del martes, las autoridades reportaron combates en el municipio de Morales, donde continúan enfrentamientos entre las fuerzas armadas y los insurgentes.
Aunque la mayoría de los ataques dejó daños materiales, el gobierno ordenó reforzar la presencia militar en Cauca y Valle del Cauca, mientras se investigan posibles nexos entre los ataques del suroeste y el atentado a Uribe.
El presidente Petro no se ha pronunciado oficialmente, pero se espera una rueda de prensa en las próximas horas.