La tensión entre India y Pakistán volvió a escalar esta semana tras una serie de ataques cruzados con misiles, artillería y drones que han dejado más de 50 muertos en ambos lados de la frontera en la región de Cachemira.
Este nuevo episodio de violencia comenzó tras el atentado del 22 de abril en la Cachemira administrada por India, donde murieron 26 turistas. Nueva Delhi responsabilizó a Pakistán, acusándolo de respaldar al grupo yihadista Lashkar-e-Taiba, clasificado como terrorista por la ONU y con base en territorio pakistaní. Islamabad niega cualquier implicación y pidió una investigación internacional.
Cachemira, territorio en disputa
Cachemira es una región de mayoría musulmana, reclamada por ambos países desde la independencia del Reino Unido en 1947. Desde entonces, India y Pakistán han librado tres guerras, dos de ellas por este territorio. La presencia de grupos insurgentes y tensiones religiosas y políticas mantiene la zona en constante alerta.
El viernes, Pakistán acusó a India de acercar a las dos potencias nucleares «a un gran conflicto», después de los enfrentamientos que incluyeron ataques a bases militares en Jammu, Punyab y Uri, y bombardeos en zonas civiles. India, por su parte, declaró que respondió de manera «adecuada» a agresiones previas, negando haber iniciado los ataques.
Denuncias de víctimas civiles y censura digital
Según las autoridades de Pakistán, al menos cinco civiles, incluyendo una niña de dos años, murieron en bombardeos indios. En respuesta, el ejército pakistaní lanzó contraataques a tres puestos militares indios. También afirmaron haber derribado 77 drones en solo dos días.
En la Cachemira controlada por India, una mujer murió y dos personas más resultaron heridas en Uri, a unos 100 km de Srinagar.
Mientras tanto, India ordenó cerrar 24 aeropuertos como medida de seguridad y bloqueó más de 8.000 cuentas en la red X (antes Twitter), generando críticas por presunta censura.
La comunidad internacional llama a la calma
Ante el riesgo de un conflicto mayor entre dos países con arsenal nuclear, la comunidad internacional ha instado a la moderación. Estados Unidos pidió desescalada inmediata y exhortó a Pakistán a cortar vínculos con grupos extremistas.
Varios países, entre ellos Irán, se han ofrecido a mediar. El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, visitó tanto Islamabad como Nueva Delhi en los últimos días. Sin embargo, los esfuerzos diplomáticos aún no logran frenar el cruce de ataques.
Las escuelas permanecieron cerradas el viernes a ambos lados de la frontera, y la situación sigue siendo volátil.