La sombra del parricidio: el caso de Santiago Bravo revive tras el crimen de Andreína L.

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La sombra del parricidio: el caso de Santiago Bravo revive tras el crimen de Andreína L.

Imágenes de archivo: El Noticiero - TC Televisión.

Aunque el reciente crimen de Andreína L., acusada de matar y descuartizar a su madre en un departamento de Sauces 9, al norte de Guayaquil, conmocionó a Ecuador, no es un hecho aislado en la historia criminal del país. Un caso similar ocurrió en 2006, en el sur de Guayaquil.

Con apenas 20 años, Santiago Bravo asesinó a su madre, la descuartizó en el patio de su vivienda y escondió los restos en muebles y un monigote que él mismo confeccionaba. Tras confesar el crimen, fue procesado por asesinato y sentenciado a 24 años de prisión, según el Código Penal vigente en ese entonces.

Cómo ocurrió el crimen

La noche del domingo 8 de octubre de 2006, en medio de una discusión, Martha Wong fue apuñalada en la espalda con un cuchillo por su hijo.

Horas después, Santiago desmembró a su madre: primero los brazos, luego la cabeza y finalmente las piernas. Las extremidades superiores fueron escondidas en el pozo séptico de la vivienda, la cabeza en un molde de monigote y el resto del cuerpo quedó cubierto con alfombras y muebles antes de dormir.

Familiares del joven indicaron que, en ese entonces, él tenía problemas de alcoholismo.


Santiago Bravo ha cumplido 19 años de prisión, pero aún le restan cinco para salir de la cárcel regional Guayas. Su caso, al igual que el de Andreína L., se clasifica como parricidio, término utilizado para referirse al asesinato de un pariente cercano, especialmente un padre o una madre. Ambos crímenes evidencian un patrón que sigue estremeciendo al país.