En Jinxi, China, un abuelo llamado Huang Ping decidió no aceptar una oferta de 220 mil dólares por su hogar. Ahora vive en el centro de una carretera en construcción, donde para entrar a su casa debe pasar por una enorme tubería que bloquea el acceso.
“Si pudiera volver atrás en el tiempo, aceptaría las condiciones de demolición que me ofrecieron. Ahora siento que perdí una gran apuesta. Me arrepiento un poco”, confesó Ping a medios locales, reconociendo el arrepentimiento que lo acompaña tras su decisión.