En un zoológico de Tennessee nació una jirafa sin manchas, un fenómeno extremadamente raro que captó la atención internacional. La cría, de cuerpo completamente marrón, estuvo bajo el cuidado de su madre y del personal del zoológico.
Expertos consideraron que esta jirafa podría ser única en el mundo. Aunque se registró un caso similar en Japón durante los años 70, este tipo de nacimiento sigue siendo excepcional y generó gran curiosidad entre especialistas en la especie.
David Bright, director del zoológico, resaltó que nacer en cautiverio fue una ventaja para la cría, ya que, en estado salvaje, las manchas son esenciales para el camuflaje, y su ausencia podría haberla hecho más vulnerable a los depredadores.
Además de la admiración, este caso generó conciencia sobre la conservación de las jirafas, cuya población silvestre ha disminuido un 40 % en las últimas tres décadas. La atención mediática buscó visibilizar esta problemática y fomentar acciones de protección.
El zoológico, a través de redes sociales, permitió al público participar en la elección del nombre de esta singular cría, conectando a los usuarios con una causa importante para la conservación de la vida silvestre.