Un zoológico en Zibo City, China, está en el centro de la polémica tras admitir que pintó burros con rayas blancas y negras para hacerlos pasar por cebras. La estrategia, que buscaba atraer más visitantes, fue duramente criticada en redes sociales.
El personal del zoológico aseguró que el tinte no era tóxico y que las cebras reales representan un riesgo para los cuidadores. Sin embargo, activistas y usuarios en redes cuestionaron el impacto en el bienestar de los animales y la falta de ética en la decisión.
Las imágenes de los burros pintados se volvieron virales en plataformas como Weibo y Douyin, generando una ola de rechazo. Usuarios calificaron el acto como engañoso y poco respetuoso tanto para los animales como para los visitantes.
Este incidente ha reavivado el debate sobre las condiciones de los zoológicos y el trato a los animales en cautiverio. Muchos han pedido regulaciones más estrictas para evitar que este tipo de prácticas se repitan.
El caso ha puesto en la mira a los zoológicos que recurren a medidas cuestionables para atraer público. Organizaciones defensoras de los derechos animales instan a garantizar que el entretenimiento no se haga a costa del bienestar de los animales.