domingo, 27 julio 2025
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Un glaciar de Groenlandia causó un tsunami que hizo vibrar la Tierra durante 9 días, según estudio

Foto referencial tomada de CANVA.

Un desprendimiento de rocas ocurrido en una ladera de Groenlandia en septiembre de 2023, provocado por el debilitamiento de un glaciar, generó un tsunami de 200 metros de altura y una señal sísmica que se prolongó durante nueve días, un fenómeno sin precedentes que, según los expertos, podría volverse más común debido al cambio climático.

El evento, que tuvo lugar en el fiordo Dickson, en la costa oriental de Groenlandia, ha sido investigado por un equipo internacional liderado por el geofísico Kristian Svennevig, del Instituto de Investigaciones de Dinamarca y Groenlandia (GEUS). Los resultados de este estudio han sido publicados en la revista Science.

El equipo de investigadores, que incluyó a científicos de las universidades de Granada, Málaga y Sevilla, utilizó datos e imágenes proporcionadas por el Ejército danés, combinadas con técnicas geofísicas y modelos matemáticos, para determinar que el colapso de una montaña de 1,2 kilómetros de altura provocó el tsunami. La ola recorrió 10 kilómetros por el fiordo antes de reducir su altura en cuestión de minutos, estabilizándose en una onda de siete metros que osciló en el agua durante nueve días, un fenómeno conocido como seiche.

Manuel J. Castro-Díaz, matemático de la Universidad de Málaga y coautor del estudio, explicó que este largo balanceo del agua fue lo que generó la señal sísmica global que se detectó en sismógrafos desde el Ártico hasta la Antártida.

El deslizamiento de rocas y hielo fue causado por el adelgazamiento del glaciar, una consecuencia directa del calentamiento global. A medida que el glaciar perdía grosor, las rocas subyacentes se volvieron inestables, lo que finalmente provocó el desprendimiento y el posterior tsunami.

Impacto del cambio climático en las zonas árticas

Este tipo de fenómenos, aunque comunes en regiones como Alaska y Noruega, no suelen ocurrir en la parte oriental de Groenlandia, lo que lo hace aún más inusual. Sin embargo, debido al cambio climático, se espera que estos eventos sean cada vez más frecuentes, especialmente en áreas con pendientes pronunciadas y glaciares en retroceso.

El estudio advierte que el adelgazamiento de los glaciares, la degradación del permafrost y los cambios en los patrones de precipitación están aumentando la vulnerabilidad de las zonas árticas a corrimientos de tierra y deslizamientos, que a su vez pueden desencadenar tsunamis de gran magnitud en fiordos y otros cuerpos de agua confinados.

Un tsunami de proporciones históricas

Según los cálculos de los investigadores, el desprendimiento involucró unos 25 millones de metros cúbicos de roca y hielo, equivalente al contenido de 10,000 piscinas olímpicas, lo que lo convierte en uno de los tsunamis más grandes registrados en la historia reciente.

Afortunadamente, no había cruceros en la zona del fiordo Dickson el día del deslizamiento, ya que es una ruta frecuentada por turistas que visitan los fiordos de Groenlandia. De haberse encontrado un crucero en las proximidades, las consecuencias habrían sido devastadoras.

Conclusiones del estudio

Este estudio es el primero en documentar un deslizamiento de tierra y un tsunami en el este de Groenlandia, lo que, según Svennevig, demuestra que el cambio climático ya está teniendo repercusiones importantes en la región. Los científicos advierten que fenómenos como este seguirán ocurriendo y podrían volverse más comunes en el futuro.