Camilo y Evaluna compartieron recientemente la experiencia de la llegada de su segunda hija, Amaranto, una noche que resultó ser mucho más intensa de lo que inicialmente proyectaron. La pequeña nació en agosto, y aunque en redes sociales habían mostrado la alegría del momento, ahora decidieron contar la historia completa, llena de tensión y emoción.
El plan de recibir a Amaranto con serenidad incluyó una tradición especial: preparar una torta, como hicieron en el nacimiento de su primera hija, Índigo. Sin embargo, los planes cambiaron rápidamente cuando Evaluna comenzó a sentir el impulso de pujar, lo que marcó el inicio de una noche inesperada y llena de emociones.
Camilo confesó que el miedo lo invadió al ver la situación de Evaluna y tuvo que llamar con urgencia a la partera. Cuando esta llegó, lo miró y le preguntó si estaba listo para recibir a su bebé, recordándole su papel en ese momento crucial. La responsabilidad se le hacía inmensa, pero rápidamente se preparó para recibir a Amaranto.
Lo que esperaban que fuera un evento rodeado de familia, terminó siendo un momento íntimo, ya que la pequeña llegó en segundos, sin que nadie más pudiera presenciarlo. “Fue tan rápido que se lo perdió todo el mundo: Índigo, mis papás, los papás de Evaluna…”, recordó Camilo con asombro.
El cantante describió el momento como surrealista: sus manos quedaron manchadas de sangre, y él y Evaluna decidieron conservar las sábanas para inmortalizar esa noche mágica, aterradora y profundamente hermosa que marcó la llegada de Amaranto.