Ernesto Fonseca Carrillo, alias ‘Don Neto’, uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara y figura histórica del narcotráfico en México, culminó su condena de 40 años por el asesinato del agente encubierto de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena.
La sentencia finalizó el domingo 6 de abril de 2025 en su residencia en la urbanización Hacienda Valle Escondido, ubicada en Atizapán, Estado de México. Fonseca, de 94 años, se encontraba bajo arresto domiciliario desde 2016 debido a su delicado estado de salud.
Pese a haber cumplido su pena en México, el nombre de ‘Don Neto’ todavía figura en el sitio web de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) como “fugitivo”, acusado por “secuestro y asesinato de un agente federal”, según reportó la agencia AFP.
Nacido el 1 de agosto de 1930 en Santiago de los Caballeros, Sinaloa, Fonseca Carrillo fue una figura clave en la transformación del narcotráfico mexicano. A lo largo de las décadas de 1970 y 1980, junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Rafael Caro Quintero, consolidó el modelo empresarial del Cártel de Guadalajara, capaz de cultivar, procesar y transportar drogas a gran escala hacia Estados Unidos.
Sus inicios en el crimen organizado se remontan a los años 60, cuando comenzó a traficar marihuana y amapola desde Sinaloa, bajo la influencia de narcotraficantes del Triángulo Dorado —zona conformada por Sinaloa, Durango y Chihuahua—.
Más adelante, se estableció en Guadalajara, ciudad que se convirtió en un punto estratégico para las operaciones del narcotráfico por su ubicación geográfica y clima político relativamente tranquilo.
Fonseca fue fundamental en establecer acuerdos entre los cárteles colombianos y los grupos mexicanos, fungiendo como mediador y facilitador de rutas de tráfico de drogas. Su habilidad para mantener el orden entre diferentes facciones criminales le ganó respeto y autoridad dentro del mundo del narcotráfico.
El asesinato de Kiki Camarena en 1985 marcó un punto de quiebre en las relaciones entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, convirtiéndose en uno de los crímenes más emblemáticos y condenados de la historia de los cárteles.
Aunque ‘Don Neto’ ha cumplido su pena en México, la presión internacional sobre su figura continúa, dejando abierto el debate sobre la justicia transnacional y los vacíos legales en casos de alto perfil.
Con información de AFP.