sábado, 26 julio 2025
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Las mujeres surcoreanas no están teniendo bebés

Sur Corea tiene la tasa más baja de natalidad del mundo y continúa batiendo récord. Se registra una caída del 8% en el 2023 a 0.72, representando el número de hijos que una mujer de este país tendría. Cabe recalcar que es necesario que el número sea de 2,1 para que una población logre mantenerse estable.

Debido a esta baja, se estima que para el 2100, la población se reduzca a la mitad.

Yejin, una mujer de veintitantos, soltera y que no considera casarse ni tener hijos, debido a una falta de tiempo por sus horas laborales sumamente largas.

Yejin cuenta que tiene un empleo de 9 a 6, equivalente de 9 a 5 en otros países, sin embargo comenta que no puede irse del trabajo antes de las 8pm, lo que significa que no tiene suficiente tiempo para limpiar, ni hacer ejercicio.

«En Corea es difícil encontrar un hombre con quien relacionarse, uno que comparta los deberes y el cuidado de los hijos equitativamente», me cuenta. «Y las mujeres solteras que tienen bebés solas no son bien vistas».

Incluso, solo el 2% de los bebes nacidos fueron fuera del matrimonio en el 2022.

«Amo mi trabajo, me llena de mucha satisfacción», asegura. «Pero el trabajo en Corea es duro, estás atrapada en un ciclo perpetuo de trabajo».

Asegura que en Sur Corea existe la creencia de estudiar constantemente para no quedar obsoleto, por lo que no existe más tiempo para poder procrear y mantener una familia. «Si no estás trabajando constantemente para mejorarte, te quedas atrás», es un miedo común que lleva a algunas mujeres en este país.

Muchas mujeres en Corea del Sur temen que tomar una baja de maternidad significaría el fin de sus carreras. Esta presión implícita de las empresas ha sido observada por profesionales como una ex trabajadora de Recursos Humanos, quien ha visto a compañeras perder sus empleos o ser pasadas por alto para ascensos tras tomar una licencia de maternidad.

Más de la mitad de la población de Corea del Sur vive en Seúl o sus alrededores, creando una gran presión sobre la vivienda y los recursos. Por eso, algunos son empujados a las afueras de la ciudad. Además, el costo de una educación privada en Corea del Sur es excepcionalmente alto, con padres pagando hasta 700 dólares al mes por hijo en clases extracurriculares.

Frente a estas presiones, Yejin, harta de la vida en Corea del Sur, ha decidido mudarse a Nueva Zelanda, un país que destaca por su igualdad de género y salarios equitativos. Esta decisión refleja una tendencia creciente entre las mujeres coreanas que buscan alternativas a las estrictas normas sociales y laborales de su país.