El gobierno de Nueva Zelanda propuso este martes una ley que busca impedir el acceso a redes sociales a menores de 16 años. Con esta iniciativa, el país intenta proteger a niños y adolescentes de los riesgos que circulan en estas plataformas.
El primer ministro Christopher Luxon explicó que el plan obligará a las redes sociales a verificar la edad de sus usuarios. Si no lo hacen, las empresas podrían pagar multas de hasta 2 millones de dólares neozelandeses, equivalentes a 1,2 millones de dólares estadounidenses.
“Queremos proteger a nuestros niños y exigir que las redes sociales también lo hagan”, señaló Luxon.
El Partido Nacional, principal fuerza de la coalición gobernante, redactó la propuesta. Para que la ley se apruebe, los otros dos partidos de la alianza deben dar su apoyo en el Parlamento.
La idea toma fuerza en Oceanía
La propuesta se basa en el modelo de Australia, que desde noviembre de 2024 prohíbe el acceso a redes a menores de 16 años. Esa legislación ya se considera una de las más estrictas del mundo. Plataformas como Instagram, Facebook, TikTok y X (antes Twitter) se ven obligadas a cumplirla.
Las grandes empresas tecnológicas criticaron la medida. Dijeron que las reglas eran poco claras, apresuradas y difíciles de aplicar.
A nivel global, crecen las alertas sobre el impacto de las redes en los más jóvenes. Muchos gobiernos intentan encontrar un equilibrio entre el acceso digital y la protección de la infancia.
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