Una imagen familiar generada con inteligencia artificial (IA) ha causado sorpresa y debate en redes sociales. La ilustración, inspirada en el estilo del famoso estudio de animación japonés Studio Ghibli, fue creada por un hombre de Tucumán, Argentina, quien buscaba retratar a su familia mediante el generador de imágenes de ChatGPT.
La polémica surgió cuando, en lugar de los seis integrantes originales el hombre, su esposa y sus cuatro hijos, apareció una séptima figura en la caricatura: una niña pequeña abrazando a una de sus hijas.
¿Un error de la IA o algo paranormal?
“Nos dimos cuenta de que en la imagen aparecía una niña más abrazando a una de mis hijas (…) Nos asustamos. No sé si la IA capturó algún fantasma o algo”, escribió el usuario al compartir su experiencia.
La publicación rápidamente se viralizó, dividiendo a los usuarios en dos bandos:
– Algunos creen que se trata de una “niña fantasma”, y afirman ver una silueta extraña en la foto original.
– Otros sostienen que es un fallo del sistema, probablemente debido a la alta demanda de imágenes generadas por IA en las últimas semanas.
Hasta el momento, OpenAI no ha emitido un comunicado oficial sobre posibles errores en su generador de imágenes.
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ChatGPT ya generó 700 millones de imágenes en una semana
Desde que OpenAI lanzó su generador de imágenes mejorado, el fenómeno se ha expandido masivamente. En tan solo una semana, se han producido más de 700 millones de ilustraciones, muchas de ellas con el popular efecto Ghibli. Las redes sociales se han inundado con caricaturas de familias, personajes de Los Simpson, versiones animadas de Lionel Messi, Carlos Gardel e incluso muñecos coleccionables.
Este aumento en la creación de imágenes también ha elevado la posibilidad de fallos o resultados inesperados, como el caso de esta familia tucumana que vio en su caricatura algo más de lo que esperaba.
Este incidente no solo plantea interrogantes sobre la precisión de las herramientas de IA, sino que también reaviva el debate sobre los límites entre lo digital y lo inexplicable. En un entorno donde la inteligencia artificial puede replicar rostros, estilos artísticos y escenarios con gran realismo, cada vez es más difícil distinguir lo creado por el algoritmo de lo que podría ser simplemente… un error, o algo más.