«Esto no es para nosotros», le dijo Michael a su hijo en un supermercado estatal en La Habana, Cuba, que solo acepta dólares. En su última estrategia para captar divisas, el gobierno revive su histórica relación de amor y odio con el billete verde, y acentúa las desigualdades.
El primer ministro Manuel Marrero anunció en diciembre la apertura de esas tiendas como «un proceso…