Cada octubre, Bélgica se rinde ante una de las competencias más insólitas del mundo: en Kasterlee, decenas de participantes se suben a enormes calabazas vaciadas y reman sobre el agua, desafiando el equilibrio, las risas y hasta las leyes de la física. Además, miles de espectadores se reúnen cada año para presenciar este singular espectáculo que mezcla humor, tradición y destreza. Pero……






