Los astronautas Barry Wilmore y Sunita Williams se enfrentan a la posibilidad de prolongar su estancia en la Estación Espacial Internacional (EEI) debido a fallos en la cápsula Starliner de Boeing. Originalmente planeaban regresar a la Tierra tras una semana, pero problemas con los propulsores y fugas de helio han puesto en duda la seguridad del viaje.
La NASA evalúa la opción de que ambos regresen en el próximo vuelo de SpaceX, lo que extendería su misión hasta febrero del próximo año. En caso de decidirse por esta alternativa, la cápsula Starliner volvería sin tripulación para evitar riesgos.
La vida a bordo de la EEI se ha vuelto incómoda para los astronautas, ya que la estación ahora alberga a nueve personas en un espacio diseñado para seis o siete. Wilmore y Williams han tenido que adaptarse a dormir en condiciones poco ideales, compartiendo espacios y racionando sus pertenencias.
A pesar de la incomodidad inicial debido a la falta de maletas personales, la situación mejoró con la llegada de un vehículo de reabastecimiento que trajo suministros. Además, la NASA confirmó que los astronautas cuentan con los recursos y el entrenamiento necesarios para adaptarse a la prolongada misión. Aparte del trabajo, los astronautas también han encontrado momentos de recreación, como cuando participaron en actividades recreativas simulando pruebas olímpicas.
Mientras esperan la decisión final de la NASA, los astronautas continúan ayudando con experimentos científicos y tareas de mantenimiento en la EEI. Aunque mantienen una actitud positiva, la incertidumbre sobre su regreso es evidente.