Instalar correctamente el aire acondicionado es fundamental para aprovechar al máximo su capacidad. Un error común es colocar la unidad exterior en zonas expuestas al sol directo. Esto provoca que el sistema trabaje más de lo necesario, incrementando el consumo de energía. Evitar este tipo de ubicación ayuda a que el equipo funcione mejor y dure más tiempo.
Asimismo, las unidades interiores no deben estar cerca de fuentes de calor como cocinas o ventanas con mucha luz solar. Estas fuentes pueden aumentar la temperatura, haciendo que el aire acondicionado utilice más energía para enfriar el ambiente.
Además, es importante que las unidades exteriores tengan suficiente ventilación. Colocarlas en espacios cerrados puede provocar sobrecalentamiento y reducir su rendimiento. Un lugar bien ventilado garantiza un funcionamiento eficiente.
Por otro lado, las unidades interiores deben colocarse en puntos estratégicos para evitar que el aire frío se dirija directamente hacia las personas, ya que esto podría causar incomodidad o problemas de salud.
Es fundamental evitar la instalación en áreas de alta humedad, como baños o lavanderías, ya que esto puede dañar los componentes del equipo. También es recomendable mantener las unidades protegidas de la lluvia y otros factores climáticos que puedan afectarlas.
Con una ubicación correcta, el aire acondicionado puede funcionar de manera óptima y sin generar altos costos.