En Reino Unido un hombre identificado como Thomas Kwan, se declaró culpable de intentar asesinar a la pareja de su madre, Patrick O’Hara. Kwan queríaasegurar su lugar en la herencia de su madre. El hombre de 53 años, se disfrazó de enfermero y le administró una falsa vacuna que contenía veneno. Inicialmente, negó las acusaciones, pero cambió su declaración tras la presentación de pruebas contundentes.
Las autoridades explicaron que Kwan falsificó documentos y utilizó un vehículo con patentes falsas para acceder a la casa de O’Hara. Allí se hizo pasar por un enfermero comunitario. Tomó la presión arterial de su madre y luego inyectó a O’Hara una supuesta vacuna contra el coronavirus, que en realidad contenía una sustancia tóxica.
Al día siguiente, O’Hara, de 72 años, experimentó graves efectos, incluyendo ampollas en el brazo y el desarrollo de una fascitis necrosante, una infección potencialmente mortal. Como resultado, fue hospitalizado en cuidados intensivos, donde le amputaron parte del brazo para detener la propagación de la infección. Aunque sobrevivió, las consecuencias de la agresión fueron devastadoras.
La policía identificó a Kwan a través de imágenes de cámaras de vigilancia.Tras registrar su casa, encontró productos químicos peligrosos, incluidos arsénico y mercurio líquido. Sin embargo, no pudieron determinar cuál sustancia específica utilizó como veneno en el ataque.
“El señor Kwan utilizó su conocimiento y su investigación sobre venenos para llevar a cabo su plan”, explicó el fiscal. Kwan estaba preocupado por el testamento de su madre. Este documento establecía que su casa sería heredada por O’Hara si él aún estaba vivo cuando ella muriera. Por este delito, arriesga 20 años de prisión.