El Hospital de Especialidades José Carrasco Arteaga (HJCA), ubicado en Cuenca, marcó un hito en la medicina del país al realizar la primera cirugía mínimamente invasiva a corazón abierto. El paciente, Heriberto G., de 63 años, fue el beneficiario de esta innovadora intervención tras sufrir un infarto cerebrovascular.
Heriberto G. comentó su experiencia con gratitud: «El IESS cambió mi vida. Esta operación es algo revolucionario. Prácticamente a los tres días de la cirugía, ya podía valerme por mí mismo, y no tengo ningún dolor», afirmó emocionado.
Los médicos del HJCA identificaron que el paciente padecía un soplo cardíaco provocado por una infección en la válvula aórtica, lo que generó una vegetación en la válvula, que posteriormente se rompió y causó un embolismo cerebral, provocando la lesión.
Tras estabilizarlo con antibióticos administrados durante 21 horas, el equipo médico decidió realizar una cirugía de reemplazo de la válvula afectada. Lo innovador de este procedimiento fue que, por primera vez en el país, se realizó una cirugía mínimamente invasiva de reemplazo valvular aórtico a través de una minitoracotomía anterior, es decir, una pequeña incisión en el tercer espacio intercostal, evitando la fractura del esternón que se requiere en las cirugías convencionales.
Heriberto G. expresó su optimismo tras la intervención: «Todavía necesito disfrutar unos 10 o 15 años más. Esta operación me da la oportunidad de hacerlo. Los años más felices van a ser estos, para compartir con mis cinco nietos, mi familia y mis amigos».
El jefe de cirugía cardiotorácica del HJCA, Javier López, explicó la complejidad del procedimiento: «Es una cirugía compleja, con intubación selectiva para que solo ventile un pulmón, manteniendo el otro colapsado para asegurar la estabilidad del paciente. Tras el reemplazo de la válvula, el paciente evolucionó favorablemente, salió despierto del quirófano y permaneció en terapia intensiva solo por dos días».
La intervención fue un éxito, y el paciente fue dado de alta tras completar el esquema antibiótico, con una recuperación rápida y satisfactoria. Según López, «esta técnica, pionera en el país, permite una recuperación más rápida, menores costos y una menor necesidad de transfusión de sangre».
El costo de una cirugía de este tipo en el sector privado ronda los 35 mil dólares, pero gracias al IESS, Heriberto G. pudo acceder a esta avanzada técnica de manera gratuita.