Un reciente estudio publicado en la revista BMJ Nutrition Prevention & Health, señala que el agua con gas podría contribuir a la pérdida de peso al favorecer la absorción de la glucosa en sangre y el metabolismo.
También ayuda a controlar los retorcijones del hambre además de acelerar la digestión. Al mismo tiempo, permite reducir los niveles de glucosa en la sangre. Los autores de la investigación consideran que puede ser beneficiosa para las personas que buscan mantenerse en un peso saludable o adelgazar.
Sin embargo, los científicos señalan que el agua carbonatada no debe ser la única opción para bajar de peso. De hecho, el efecto que esta bebida ofrece para ese fin, es relativamente pequeño, por lo que debe ir acompañada de una dieta equilibrada y ejercicio físico regular.
Es importante tener en cuenta que el agua con gas puede tener una algunos efectos sobre el sistema digestivo, especialmente en personas con estómagos sensibles o con algunas condiciones gastrointestinales preexistentes.
Las principales contraindicaciones vinculadas al agua carbonatada son la hinchazón, los gases y, en algunos casos, la alteración de ciertos síntomas asociados con trastornos digestivos, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad por reflujo gastroesofágico.