El Instituto Casla denunció este jueves 15 de mayo de 2025 en Washington que en Venezuela se cometen violaciones sistemáticas a los derechos humanos, entre ellas detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y torturas, como parte de una estrategia de represión para anular la disidencia política.
En un informe presentado en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la organización alertó sobre la existencia de 532 personas detenidas cuya identidad aún se desconoce, y calificó al régimen de Nicolás Maduro como un «Estado terrorista».
El reporte, que cubre el período entre marzo de 2024 y abril de 2025, documenta presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos contra la población civil, especialmente contra opositores al gobierno.
Tamara Sujú, directora de Casla, advirtió que muchos de los detenidos en centros como Tocorón y Tocuyito fueron inducidos al suicidio tras ser sometidos a torturas físicas y psicológicas, entre ellas descargas eléctricas, colgamientos, quemaduras, hambre extrema y humillaciones. Algunos presos, según testimonios, comieron jabón para calmar el hambre.
Además, denunció que jóvenes entre 18 y 25 años son obligados a aprender métodos de tortura y que algunos han sido castigados por negarse a participar.