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Ciudadano chino construye un edificio inusual para detener un proyecto turístico en su aldea

Chen Tianming, de 42 años, ha desafiado las órdenes de demolición y al construir una insólita torre que se ha convertido en un símbolo de resistencia en la provincia de Guizhou, China.
Foto: AFP

Chen Tianming, de 42 años, ha desafiado las órdenes de demolición al construir una insólita torre que se ha convertido en un símbolo de resistencia en la provincia de Guizhou, China.

En 2018, autoridades locales llevaron a cabo la demolición de la mayor parte de la aldea de Chen, con el objetivo de desarrollar un proyecto turístico.

Sin embargo, Tianming se negó a abandonar su hogar y, tras el fracaso del proyecto, comenzó a construir su excéntrica edificación, que ya cuenta con diez pisos, escaleras inestables y balcones extravagantes.

La prensa china ha llegado a comparar la construcción con los escenarios fantásticos creados por el cineasta japonés Hayao Miyazaki.

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Construcción de la torre

Chen comenzó su proyecto por necesidad, buscando renovar y ampliar la casa familiar. No obstante, con el pasar del tiempo, la construcción se convirtió en una pasión y un pasatiempo.

En sus propias palabras, el hombre de 42 años declaró a la AFP: “Comencé a construir por necesidad, tratando de mejorar nuestra casa, pero luego se convirtió en algo más”. 

La estructura, que tiende a moverse con el viento, está sostenida por cuerdas y cables, lo que genera un aspecto de inestabilidad, como si pudiera volar en cualquier momento.

Resistencia ante la demolición

Las autoridades locales tenían planes para desarrollar una estación turística que abarcaría más de 300 hectáreas, incluyendo un teatro y un lago artificial.

Ante esto, los padres de Chen rechazaron la indemnización ofrecida por la constructora, lo que llevó a Chen a comprometerse con la protección de la casa que su abuelo había construido.

Aunque desmantelaron el pueblo, Tianming decidió permanecer en su hogar y llegó a dormir solo durante dos meses, por temor a que vinieran a demoler su casa en la noche.

Seis meses después de que abandonaran el proyecto turístico por falta de fondos, Chen se quedó en lo que se conoce como una «casa-clavo», un término utilizado en China para describir a los propietarios que desobedecen las órdenes de demolición.

En agosto del año pasado, las autoridades clasificaron su casa como una construcción ilegal, y Tianming recibió una orden de demolición que le daba cinco días para destruir todo excepto la casa original.

No obstante, el hombre chino presentó recursos judiciales en contra de la demolición, afirmando que ya no existen razones para demoler.

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