El legendario astronauta Jim Lovell, quien guió con éxito la misión del Apolo 13 de regreso a la Tierra en 1970, falleció este viernes a los 97 años.
La NASA lo recordó como el hombre que «convirtió una potencial tragedia en un éxito», después de que una explosión a bordo obligara a abortar el intento de alunizaje mientras se encontraban a cientos de miles de kilómetros de la Tierra.
Un héroe de la historia espacial
Millones de personas siguieron en directo por televisión el amerizaje del Apolo 13 en el océano Pacífico, un momento que se convirtió en uno de los más icónicos de la exploración espacial.
Lovell también participó en la misión Apolo 8, que en 1968 se convirtió en la primera en orbitar la Luna. Fue el primer hombre en viajar dos veces a la órbita lunar, un logro que marcó un hito en la carrera espacial.
El jefe interino de la NASA, Sean Duffy, aseguró que Lovell ayudó a «forjar un camino histórico» para el programa espacial estadounidense.
Una vida marcada por la pasión por volar
James Arthur Lovell Jr. nació el 25 de marzo de 1928 en Cleveland, Ohio, un año después del histórico vuelo de Charles Lindbergh. Desde niño mostró fascinación por la aviación y la exploración.
Huérfano de padre a los cinco años, fue su madre, Blanche, quien lo crio con esfuerzo. La falta de recursos lo llevó a ingresar a la Marina de Estados Unidos, que le ofreció estudios universitarios a cambio de formarse como piloto de combate.
En 1952, recién graduado de la Academia Naval, se casó con Marilyn Gerlach, su novia de secundaria, con quien compartió más de 70 años de matrimonio hasta la muerte de ella en 2023.
Camino a la NASA
En 1958, Lovell solicitó unirse al Proyecto Mercury, pero una afección médica temporal lo dejó fuera. En 1962 volvió a intentarlo y fue seleccionado dentro de los «Nuevos Nueve», un grupo de élite que incluía a Neil Armstrong y John Young, destinado a cumplir la meta del presidente John F. Kennedy de llevar al hombre a la Luna.
El legado del Apolo 13
El 11 de abril de 1970, Lovell comandó la misión Apolo 13 junto a Fred Haise y Jack Swigert. Una explosión en un tanque de oxígeno obligó a abortar el alunizaje y centrarse en un regreso de emergencia.
Gracias al liderazgo de Lovell y al ingenio del equipo en Tierra, la nave regresó sana y salva el 17 de abril, una hazaña inmortalizada en el cine por la película Apollo 13 (1995), protagonizada por Tom Hanks.
Un legado imborrable
Jim Lovell deja una historia de valentía, ingenio y compromiso con la exploración espacial. Su vida inspiró a generaciones de ingenieros, pilotos y soñadores que ven en su trayectoria la prueba de que, incluso en medio de la adversidad, es posible alcanzar el éxito.